Estamos celebrando todos los españoles, la aprobación de La Constitución. Desde este blog no podíamos dejar pasar la oportunidad de felicitarnos por este texto que marca las reglas de juego que todos nos otorgamos, y en la que participó, en su redacción, nuestro querido Jordi Solé Tura, recientemente fallecido. Jordi pasó gran parte de su vida en el exilio, en Bucarest y París, lugares entonces tan lejanos y hoy compañeros de viaje en esta apuesta común que es la Unión Europea. Nuestro recuerdo más agradecido a Jordi.
La Constitución marca un terreno de juego amplio que, en cuestión de relaciones internacionales, preveía nuestra relación con otros países y organizaciones internacionales, que quedó reflejada, principalmente, en su Capítulo III del Título III que en “De los Tratados Internacionales”, señala el papel fundamental de las Cortes Generales en la validación y seguimiento de dichos Tratados.
Pero no sólo en este Capítulo se hace referencia a nuestras relaciones internacionales. En el Título I, “De los Derechos y Deberes Fundamentales”, también reconoce que "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce, se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las materias ratificados por España.”., y que, en cuanto a los derechos del niño, se refleja que “Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos.”
La Constitución refleja también el papel exclusivo del Estado en las Relaciones Internacionales, y la figura del Rey, como Jefe del Estado, asumiendo la más alta representación “en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica”.
La Constitución preveía, pues, un marco de relaciones internacionales, que en el momento de su firma eran un objetivo muy lejano, y que hoy día son una realidad en las que nuestra adhesión a la Unión Europea marcó un punto de inflexión, que hace que nos sintamos esperanzados en un presente y en un futuro como miembros de la comunidad internacional en la que cada día somos más protagonistas.
Puedes ampliar la información sobre Jordi Solé Tura en el magnífico documental que su hijo ha realizado sobre su vida hasta la firma de la Constitución, titulado “Bucarest, la memoria perdida”, y que puedes ver en la página de La 2
Y, cómo no, te animamos a releer la Constitución Española, desde una perspectiva europea, en el Portal de la Constitución.
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